Ana María – capítulo 8 – Acostumbrándose a la nueva vida

Cuento para practicar

Ana María – Capítulo 8

Aquí pueden seguir escuchando el cuento de Ana María, una chica española que quiere hacer un intercambio universitario en Düsseldorf.

Nuevamente pueden escuchar la versión completa, sin pausas, y también la versión con pausas para repetir y practicar la pronunciación. Yo leo cada frase dos veces para que puedas practicar con tranquilidad.

Les recomiendo que escuchen primero la versión completa, sin pausas, y después lean el texto (abajo está la versión completa escrita, también en formato PDF, para imprimir).

Aquí está el índice con todos los capítulos completos de Ana María.

Versión sin pausas:

 

Versión con pausas:

 

Capítulo 8

Acostumbrándose a la nueva vida

Tres semanas más tarde, Ana María ya se sentía bastante bien en su piso y en la ciudad. Ya había empezado el curso intensivo de alemán y ella comprendía cada vez más. El curso era durísimo, porque empezaba a las nueve de la mañana y terminaba a las tres de la tarde de lunes a viernes, del 1 de septiembre hasta el 29 de septiembre.

Ana María se había propuesto aprender el idioma en medio año, o bien aprender lo suficiente como para poder hablar con sus compañeros de facultad e integrarse en la cultura alemana. Su maestra de España le había dicho: “Lo mejor es enamorarse de un alemán o de una alemana para aprender el idioma más rápidamente y a la fuerza.”

Pero Ana María tenía otros planes. No pensaba enamorarse, porque quería concentrarse en sus estudios. Ella había tenido unas cuantas relaciones amorosas en su vida, siempre muy apasionadas, con promesas de amor eterno y con un final catastrófico en todos los casos. Ana María no tenía ganas de repetir la experiencia por el momento. Estaba harta de los hombres y de todo lo relacionado con el amor y las pasiones.

Ella era enamoradiza y entusiasta y, poco tiempo después de conocer al hombre y empezar a salir, se aburría y se le pasaba la gran pasión. Llegó a pensar que no estaba hecha para tener una relación duradera. Así que pensaba concentrarse en su carrera.

Cuando terminaba el curso de alemán, Ana María quedaba exhausta y generalmente iba a un bistró para tomar algo. Casi siempre se pedía una taza grande de café con leche y algo rico para comer: un bocadillo de jamón y queso o un trozo de pastel de manzana, el famoso Apfelkuchen, su preferido.

Se había hecho amiga de su vecina del quinto piso, Noralie, de Francia, que empezaría el intercambio junto con Ana María. Noralie no era muy alta, era delgada y tenía el pelo rubio y rizado. Hablaba bastante bien alemán, porque su madre era alemana. Así, Ana María podía practicar alemán también después del curso.

Pero a veces estaba tan, pero tan cansada al finalizar el curso que no tenía ganas de hablar con nadie. En días como esos, ella salía del curso, iba al supermercado que estaba enfrente de su piso, compraba algo para comer y pasaba toda la tarde tranquila en su casa, leyendo algún libro o mirando alguna película.

Aquella tarde era una de esas tardes en las que Ana María quería tranquilidad. Cuando estaba entrando en su casa con la bolsa de compras, escuchó que alguien la llamaba por su nombre, pronunciado con acento alemán…

Archivo PDF: Ana María_Capítulo 8

Capítulo anterior: Ana María_Capítulo 7

Próximo capítulo: Ana María_Capítulo 9

Si te gusta, comparte... Gracias.Share on Facebook
Facebook
Tweet about this on Twitter
Twitter
Share on LinkedIn
Linkedin
Email this to someone
email
Print this page
Print

2 opiniones en “Ana María – capítulo 8 – Acostumbrándose a la nueva vida”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.