Ana María – Capítulo 13 – Una cena en familia

Cuento para practicar

Ana María – Capítulo 13

Aquí pueden seguir escuchando el cuento de Ana María, una chica española que hace un intercambio universitario en Düsseldorf.

Nuevamente pueden escuchar la versión completa, sin pausas, y también la versión con pausas para repetir y practicar la pronunciación. Yo leo cada frase dos veces para que puedas practicar con tranquilidad.

Les recomiendo que escuchen primero la versión completa, sin pausas, y después lean el texto (abajo está la versión completa escrita, también en formato PDF, para imprimir).

Aquí está el índice con todos los capítulos completos de Ana María.

Versión sin pausas:

Versión con pausas:

Capítulo 13

 Una cena en familia

La cena fue muy divertida. La señora Merten había cocinado todo y preparado la mesa cuidando todos los detalles. La madre de Tomás parecía ser una mujer de mundo. Ella era diseñadora de modas y amaba su trabajo por sobre todas las cosas. Su marido, el padre de Tomás, no estaba porque estaba de viaje de negocios por el mundo, como siempre. Viajaba muchísimo porque era el director de una compañía de seguros.

Lisa, de 18 (dieciocho) años, era muy bella, de pelo largo, liso, pelirroja, de ojos grises. No se parecía en nada a sus hermanos. Sophie era rubia de ojos marrones y Tomás tenía pelo castaño y ojos verdes.

El novio de Lisa, Leo, era un chico joven, algo gordito, muy dinámico y extravertido, que contaba cosas muy divertidas porque todos se reían. Ana María no entendía casi nada porque le resultaba muy difícil entender chistes en alemán.

Ana María había leído muchísimo sobre los alemanes antes de su viaje. Pensaba que eran más bien fríos, distantes y reservados, o al menos la mayoría, pero esta familia era todo lo contrario. A pesar de no comprender todo, ella se sentía como en casa. Había tomado una copita de cava y empezaba a notarlo. Estaba un poco mareada, pero feliz de estar con gente tan abierta y agradable.

– ¿Alguien ha hablado con Tomás últimamente?, preguntó la madre.

– Sí, yo, contestó Lisa. He hablado hoy con él y me ha dicho que está muy ocupado con su proyecto y que no puede venir hoy. Está como loco con los documentos, los papeles para la compraventa del gimnasio, el notario, su socio, etc.

– Suerte que no está tu padre, porque ya estaría protestando. No le gusta nada la idea de la compra del gimnasio.

– Ay, mamá, a nosotros nos encanta la idea. A ti también, ¿o no?, preguntó Lisa.

En ese momento sonó el timbre e inmediatamente después se abrió la puerta y todos escucharon que alguien entraba en la casa y colgaba su abrigo en el armario del vestíbulo, que estaba al lado del salón-comedor.

– Hola a todos, ¿queda algo para comer? Estoy muerto de hambre.

Era Tomás, que saludó alegremente a todos y parecía muy feliz de ver a Ana María cenando con su familia.

Tomás comió, después estuvieron un largo rato de sobremesa y, más tarde, cuando Ana María se levantó para despedirse cálidamente de la familia e irse a su casa, Tomás se levantó también y le ofreció acompañarla a su casa en coche.

Archivo PDF: Ana María_Capítulo 13

Capítulo anterior: Ana María_Capítulo 12

Próximo capítulo: Ana María_Capítulo 14

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