Cuento para practicar
Ana María – Capítulo 21
Aquí pueden seguir escuchando el cuento de Ana María, una chica española que hace un intercambio universitario en Düsseldorf.
Nuevamente pueden escuchar la versión completa, sin pausas, y también la versión con pausas para repetir y practicar la pronunciación. Yo leo cada frase dos veces para que puedas practicar con tranquilidad.
Les recomiendo que escuchen primero la versión completa, sin pausas, y después lean el texto (abajo está la versión completa escrita, también en formato PDF, para imprimir).
Aquí está el índice con todos los capítulos completos de Ana María
Versión sin pausas:
Versión con pausas:
Capítulo 21
Sin rótulos
– Tomás, no sé qué decir…, tartamudeó Ana María.
– Entonces mejor no digas nada, le dijo Tomás. ¿Sabes qué? Seamos amigos sin un rótulo especial. Sin una “etiqueta”. No le pongamos un nombre a nuestra amistad. En este mundo, todo tiene un nombre y es blanco o negro. A mí eso no me gusta. A mí me gusta la libertad y no los rótulos.
Ahora era Ana María la que no podía dejar de mirar a Tomás. Esas palabras que él acababa de decir eran un reflejo exacto de sus propios sentimientos y pensamientos. Eso era justo lo que ella sentía y pensaba: nada de rótulos, nada de definiciones ni de relaciones complicadas. Fue en ese preciso momento cuando ella se enamoró de Tomás.
– Puedes cerrar la boca, Ana María, le dijo Tomás, acariciando sus manos con ternura.
Ana María sonrió y suspiró profundamente.
– ¿Tienes planes especiales para el fin de semana?, le preguntó Tomás.
– Romina y yo queríamos ir mañana a una exposición de Mordillo en Oberhausen. ¿Lo conoces?
– Sí, conozco a Mordillo y me encanta. Es un dibujante argentino muy conocido. Pero, tú y Romina sois amigas?
– Sí. Yo vivo en el piso que ella alquiló hace un año. Ahora soy yo la que paga el alquiler y ella está viviendo conmigo por un tiempo porque está haciendo unas prácticas en una empresa alemana en Düsseldorf. Ayer te vi… este… hablando con ella…
– Mhhm… sí. No sabía que era tu amiga. Ella no me lo dijo. Le mostré todo el gimnasio, las distintas salas, le expliqué nuestros proyectos. Creo que ella había bebido mucho cava, dijo Tomás.
– Sí. Ya sé. Los vi besándose anoche.
– No, la interrumpió Tomás. Ella me besó a mí. Es algo muy diferente, siguió él.
– No importa. Recuerda: “sin rótulos”. No me tienes que explicar nada. Yo no la he visto a Romina desde la fiesta, así que vamos a ver qué me cuenta. ¿Y cuáles son tus planes para el fin de semana?, le preguntó Ana María.
– Mañana voy al gimnasio para preparar un par de cosas y hoy mi socio y yo nos encontramos en el gimnasio para hablar sobre nuestros proyectos y para ordenar todo después de la fiesta. Este fin de semana el gimnasio no abre.
– Te puedo ayudar, si quieres, le dijo Ana María con una amplia sonrisa.
Minutos después, él pagó la cuenta y los dos se pusieron en camino rumbo al gimnasio.
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