Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 5/2020
Era sábado. El 9 de mayo. En Buenos Aires el tiempo no estaba muy bonito, pero era absolutamente normal, porque se acercaba el invierno. Hacía bastante frío y llovía. Pero este año a nadie le importaba demasiado, porque nadie podía salir libremente de su casa. Estaban todos encerrados, sintiéndose cada día más solitarios. Una situación que estaba experimentando el mundo entero, lo que era algo increíble e inédito.
Ángela estaba en su departamento, eran las dos de la tarde y ella ya había hecho las compras para sus vecinos mayores, ya había hablado por teléfono con sus padres, se había encontrado en una reunión virtual con sus dos hermanas, Viviana, que estaba viviendo en Suecia con su marido Sven y sus dos hijos, Alexander y Max, y Daniela, que vivía en Francia. Las tres hermanas hablaban semanalmente por Zoom, ya que tenían una relación excelente entre ellas.
En ese momento, sonó el teléfono y Ángela atendió:
—Hola Fran, ¿como estás?, preguntó Ángela con una voz un tanto tristona.
Francisca era una de las mejores amigas de Ángela, con la que había ido a Europa a principios del año 2020. Increíble que todo eso ya hubiera pasado hacía tanto tiempo.
—No, estoy bien, Fran, no te preocupes. ….. Sí, en quince minutos empiezo con la rutina de glúteos y abdomen de Patricia Jordán. De gymvirtual.com, sí, claro. Sabés que ella me encanta y me hace bien hacer ejercicio en casa. … Sí… Ya sé. A vos te resulta muy difícil. Bueno, pero hay otras que son buenas también y ponen ejercicios más fáciles. No, no tengo ganas de meterme en una plataforma para conocer a nadie. Ya sé que vos pensás que me haría bien, pero no. No, no, no quiero.
Francisca estaba convencidísima de que Ángela tenía que conocer a alguien. Que se sentiría mucho mejor si tuviese novio. Pero Ángela no quería conocer a nadie por Internet. Esas plataformas le parecían horribles. No le gustaba poner ahí sus datos, no quería subir fotos, esas cosas a ella no le gustaban nada.
—Además, Fran, si me gustara alguien, ¿qué haríamos? En este momento no podemos salir de nuestras casas, no podemos abrazar a nadie, todo eso ahora no se puede. No, no quiero nada de eso…
—¡No se te ocurra!, Ángela se puso muy enérgica. Francisca le había dicho que había pensado en registrarla a Ángela en uno de esos portales. Ángela estaba a punto de enojarse, pero sabía que en realidad sus amigas la querían y solo querían lo mejor para ella.
Así que cuando las amigas colgaron, Ángela prendió su portátil y empezó a hacer los ejercicios de Patricia Jordán en gymvirtual.com, para sentirse mejor y mantenerse en forma en esta cuarentena obligatoria.
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