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Categoría: Podcast Ángela Santos
Podcast Ángela Santos:
En esta categoría vas a encontrar historias para escuchar. Ángela Santos es estudiante de Psicología en Buenos Aires y trabaja de taxista para ganar un poco de dinero. Sus clientes le cuentan todo tipo de historias que tú podrás escuchar aquí.
Puedes activar los subtítulos o descargar el archivo PDF con la transcripción de la historia.
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 12
Era el 24 de diciembre de 2019. Toda la familia estaba reunida en la casa de Inés y Antonio, los padres de Ángela. Hacía muchísimo calor, porque era verano en Buenos Aires y, como todos los años, la familia Santos celebraba la Nochebuena en casa, en familia, con un asado argentino, muchas ensaladas y buenos vinos. Continuar leyendo «Podcast para practicar español: Las historias de Ángela Santos, episodio 12»
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 11
Eran las ocho y media de la mañana de un domingo de noviembre, el 17 de noviembre de 2019, para ser más precisos. Ángela estaba en su más profundo sueño cuando sonó su despertador.
—Dios mío, pensó alarmada. Pero si hoy es domingo, ¿o no? ¿Por qué suena este despertador, por favor?
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 10
Era octubre y en Buenos Aires se sentía la primavera en todas partes. Los bosques de Palermo estaban divinos, verdes, espléndidos, en un mes empezarían a florecer los jacarandás, esos árboles preciosos que hacían que toda la ciudad se tiñera de lila.
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 9
Hablando de las vueltas que daba la vida… aquel viernes, 6 de septiembre, Ángela estaba paseando con Carolina, su amiga del alma, por el Salón de Exposiciones La Rural, en Palermo, Buenos Aires. Las amigas habían decidido ir a ver la exposición Buenos Aires Photo, una feria de fotografía que reunía a más de treinta galerías con muchas obras fascinantes de países de Latinoamérica, los Estados Unidos y Europa.
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 7
Ángela estaba muy feliz con su nuevo coche, el Citroen C3 rojo que se había comprado hacía solamente un mes. Era precioso y le quedaba muy bien. Era elegante y, a su vez, desenfadado. Además, otra característica muy importante para su trabajo temporario de taxista: era comodísimo, tanto para ella como para sus pasajeros, que siempre se sentaban adelante, al lado de Ángela.
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 6
El coche de Ángela, su hermoso Smart blanco, ya no funcionaba bien y el arreglo le costaría más que un coche nuevo. Por eso, con una gran tristeza en el corazón, Ángela había decidido cambiar de coche. Con una de sus mejores amigas, Carolina, pasaron todo un sábado de junio yendo de una concesionaria de coches a otra, hasta que encontraron el coche ideal para Ángela: un Citroen C3 rojo. Precioso. A Ángela le parecía un coche muy femenino, aunque seguramente también había muchos hombres a los que les gustaba. Continuar leyendo «Podcast para aprender español: Ángela Santos, episodio 6»
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 5
Hacía mucho frío y Ángela acababa de salir de su última clase de aquel día. Integración psicodiagnóstica, un tema bastante difícil y complicado, pero muy interesante. A Ángela le encantaba la carrera de Psicología y estaba muy feliz de haber hecho lo que le decía su corazón, aunque no era lo que sus padres habrían elegido para ella. Continuar leyendo «Podcast para aprender español con historias: Ángela Santos, episodio 5»
Aprender español con historias para escuchar: Ángela Santos – episodio 4
Era viernes. Un viernes de abril. Hacía frío en Buenos Aires. Claro, era otoño. Eran las seis de la tarde y Ángela había salido hacía unos minutos de la facultad. Le encantaba el estudio de Psicología. Le interesaba mucho todo lo que aprendía en la universidad.
Había quedado con una vieja amiga para tomar un café al lado de la universidad, donde la mayoría de los estudiantes pasaba horas estudiando, charlando con otros estudiantes o simplemente disfrutando de unos minutos de descanso entre clase y clase o al finalizar el día o, a veces, antes o después de un examen. Continuar leyendo «Aprender español con historias para escuchar: Ángela Santos – episodio 4»
Las historias de Ángela Santos, estudiante de Psicología en Buenos Aires
Episodio 1
Eran las seis y media de la mañana y Ángela estaba conduciendo por la Avenida Santa Fe, en la ciudad de Buenos Aires. Su próximo cliente la iba a esperar en la esquina de la Avenida Santa Fe y Callao, delante de la librería El Ateneo. Ángela conducía lentamente, porque estaba llegando a su destino. En aquel momento, vio a una mujer de unos 35 años, que estaba llegando a la librería y que observaba la calle atentamente.
Ángela se detuvo y le abrió la puerta delantera a la mujer. Ella preguntó tímidamente: “¿Tú eres Ángela Santos?”
-Sí, soy yo. Entra, entra y siéntate, por favor.
-Muchas gracias, vamos a la Avenida Cabildo al 1600, contestó la mujer con un marcado acento inglés o escocés.
La mujer se sentó al lado de Ángela en su Smart blanco, el coche que se había comprado hacía un mes, para poder comenzar a trabajar de “taxista” en su tiempo libre. No era una taxista propiamente dicha, sino que trabajaba para una empresa que ofrecía un sistema especial, muy práctico para Ángela, con el cual podía ganar dinero en su tiempo libre, sin tener la necesidad de estar empleada. Solo necesitaba un coche y un teléfono móvil moderno para poder usar la aplicación de la compañía.
Ángela estudiaba Psicología en la Universidad de Buenos Aires y estaba a punto de terminar su carrera. Quería ganar un poco de dinero porque la situación económica del país no era ideal y ella tenía que apoyar a sus padres. Así que durante las vacaciones universitarias, los fines de semana, cuando no tenía exámenes o en todo momento libre, Ángela salía con su Smart a la búsqueda de clientes.
-Esta ciudad es un monstruo, comentó la turista.
-¿Te parece? ¿Tú de dónde eres?, le preguntó Ángela.
-De Londres. Estoy acá por un tiempo solamente, porque vine por mi novio. Él es porteño. Vive y trabaja en Buenos Aires.
-Ah, qué bien… siempre pasaba lo mismo: bastaba que Ángela formulara una pregunta para que sus clientes comenzaran a contarle la historia de su vida, completita, de principio a fin. Y para Ángela, que quería ser psicóloga, era una práctica excelente.
-Sí… me enamoré mucho de ese hombre. Sigo enamorada, en fin… pero no sé si es la persona ideal para mí…
-¿Por qué?, preguntó Ángela.
-Porque me hace sufrir mucho. Es muy colérico. Tiene días en los que está de excelente humor y todo está bien y tiene otros días en los que se levanta por la mañana de muy mal humor, me grita, me insulta, es muy difícil convivir con alguien así. Yo estoy muy, muy mal, no sé qué hacer. Justamente ahora voy a casa de una amiga mía de Inglaterra para charlar y ver qué puedo hacer.
La mujer ya no podía controlar sus lágrimas y empezó a llorar desconsoladamente. Ángela abrió la guantera y sacó unos pañuelos de papel. Le dio el paquete a la mujer, que lo tomó y sacó un pañuelo.
-¿Cuánto tiempo hace que estás con él?, siguió Ángela.
-Ya son varios años. Tenemos una relación a distancia. Yo soy la que viene una vez por año acá. Puedo darme el lujo, porque soy periodista y puedo trabajar desde cualquier lugar.
Ángela la miró de reojo. Una situación absolutamente ideal. Una mujer atractiva como esta, evidentemente sin problemas financieros, ya que de lo contrario no podría viajar por el mundo como lo hacía, con un trabajo absolutamente ideal que le permitía ser libre y trabajar mientras conocía otros países… y se ponía de novia con un colérico que le hacía la vida imposible. Lo que le faltaba a esa mujer era, probablemente, una buena porción de autoestima. Y unas cuantas sesiones de terapia. Ángela nunca hablaba mucho durante estas charlas en el coche, mientras conducía. Pero generalmente, las personas que viajaban con ella se sentían mucho mejor después del viaje y siempre le agradecían por haber escuchado con tanta paciencia.
La mujer seguía llorando, pero ya estaba más tranquila. Miraba los edificios de la ciudad mientras se acercaban a Belgrano, el barrio en el que aparentemente vivía su amiga de Inglaterra, y parecía mucho más tranquila que unos minutos atrás.
Cuando estaban acercándose a la Avenida Cabildo al 1600, la mujer le agradeció a Ángela de todo corazón y se bajó del Smart, con una sonrisa en los labios.